Escucho el cultivo de pulmones, la siembra de alveolos estrellándose sobre crisálidas semihumanas. Organismos aeróbicos en formación. Es un parque escarlata de respiro, la salvación para los esclavos del tabaco. Cerca, muy cerca, sin saber que se hilvana la resistencia, disfrutan sus torturas neoplasias y sarcomas. Desde esta noche quiero ver a los verdugos temer.
marzo 30, 2007 a 2:16 am
Yo fuí esclavo del tabaco y aunque sus cadenas ya no aprisionen mis pulmones, puedo verlas acechando. Mi libertad, por ahora, es todavía una condena.
Saludos.
marzo 30, 2007 a 1:55 pm
Justo hoy escribí pidiendo auxilio para dejar el mal hábito de fumar… tienes la receta? y porfa… no me digas como todos FUERZA DE VOLUNTAD pq no la tengo 😦
Saluditos 🙂
marzo 30, 2007 a 8:11 pm
Como de costumbre soy un esclavo a medias, a veces fumo por que me gusta, a veces lo dejo por que lo detesto; como siempre es un tema de ambivalencias perneciosas.
Nos leemos.
abril 2, 2007 a 4:14 pm
Antes procuraba recurrir al tabaco
usualmente junto con un trago
ahora es un hábito que no me saco
por más intentos que hago
logro dejarlo por lapsos de dos días apenas
fumo en el trabajo y en la calle también
es un pobre pretexto para ahogar las penas
que ya aprendieron a nadar muy bien
abril 2, 2007 a 11:16 pm
Perro Andaluz: dejé de fumar casi tres años, hasta hace unas semanas. Lamentable.
Yola: cinco días en el hospital te convencen, sin importar si la causa fue por el cigarro o no. Los pulmones hay que cuidarlos, tanto como la vida.
Peregrino: muy de tí. Lo avalo.
Darkarl: un hábito que dejé por salud aeróbica y retomé por otro salud (el del vino).